Cuando sonries despiertas mis musas,
desde ese momento no puedo detener mi pluma y nace la poesía.
Porque te recuerdo leyendo tus poemas
con esa voz pausada, pero firme.
Con la simpatia de una mujer
que confia en lo que hace y cree
en sus propios sueños.
Algo tan necesario en un mundo
tan alejado de la mistica y de los poemas.
Nestor O Salgado
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